Jesús comisionó a sus seguidores, Id y haced discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19). Este mandato expresa el corazón del Padre reconciliar a los perdidos consigo mismo. Cautivados por el amor de Jesús hacia nosotros, deseamos que otros disfruten la misma relación auténtica con Cristo. Nuestra pasión impulsora nuesta razón de existir es conocer a Cristo y completar su Comisión. Esto nos constriñe a alcanzar a nuestras propias comunidades con las buenas nuevas de Jesús. Para la familia aliancista, esto no se limita a nuestra propias ciudades. Con ministerios en setenticinco países, alcanzar a los perdidos es una causa por la cual estamos disuestos a ir literlamente hasta lo último de la tierra